Generalmente cuando una persona inicia con su habito de fumar lo puede hacer por diferentes factores, tales como curiosidad por saber el sabor del cigarrillo o curiosidad por saber si los mitos son ciertos, o simplemente porque sus padres y alrededores ( amigos, familiares, etc.) lo hacen entonces esa persona lo empieza a hacer.
Iniciación: Es el periodo de los primeros contactos con el tabaco. Es la época del “fumador que no fuma”. Se trata de encontrar qué sensación esconde el tabaco.
Afrontamiento: Es el periodo del “fumador que comienza a fumar”. Al principio el consumo es de vez en cuando y superficial, o sea no traga el humo, pero las inhalaciones comienzan a ser más profundas y así va incrementándose la satisfacción física. De esta forma el fumador se convierte en habitual por el hecho de fumar.
Mantenimiento: Esta es la fase del “fumador que fuma”. Se manifiesta por un malestar que desemboca en la necesidad de fumar, estableciendo así un círculo vicioso cada vez más potente y de mayor frecuencia.
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